Que pronto se olvidan las cosas. La vida pasa y apenas nos damos cuenta de lo que pasa frente a nosotros. Cuando amas a alguien te entregas al 200% esperando que esa entrega sea reciproca. Conoces a alguien el cual jamás ha sido fiel, lo conoces de esa misma manera y..¿que te hace pensar que contigo será distinto?
En la vida nos ponemos vendas que nos impiden ver con claridad,las cuales hay que tener valor de algún día quitarlas sin miedo y de un tirón. La gente no cambia es como es, solo hay que dar tiempo al tiempo para ver lo que tarde o temprano terminará pasando. Si somos sinceros con nosotros mismos, muy dentro de nosotros hay algo que ya sabe la respuesta.
Entonces ocurre llega el día en el que esa venda no está, desaparece y decides vivír sin ella, sin esa venda que te impide ver lo bonito de la vida. El sin fin de colores en un solo día, el brillo del sol en el ancho mar,lo maravilloso que puede ser poder mirar sin miedos al horizonte.
Descubrir que cuando llega alguien mas ya no existe venda alguna, solo nuestros ojos que deciden si mirar, observar...con ellos bien abiertos,o al contrario, con miedo, cautelosos de aquello que aun desconocen.
Y es que para poder mirar sin miedo ,no solo hay que abrir los ojos, también hay que abrir el corazón.
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